De nuevo vuelve Miguel Isla para romper moldes establecidos, para abrirse ante nosotros y abrirnos la mirada del yo en construcción, que ha experimentado la vida, la brisa, el aroma, el cielo, pero también la inquietud y el silencio paciente del sufrimiento, al que se ha enfrentado en duelo, para renacer, cual Osiris, recordando que el artista vive y se inmortaliza más allá del tiempo.
«En proceso» se nos presenta como una muestra del camino recorrido en estos últimos años tan inciertos, del creador frente a la creación, donde flota el aliento que emana de su propia experiencia, los sentimientos más sinceros, mostrando su fantasía, sus sueños, al igual que sus propios miedos, dentro de un diálogo silencioso, en el que las texturas, el espacio, la luz o el color, se funden moldeándose entre sus manos para gritarnos, a pulmón abierto, que todo sigue fluyendo.
Miguel ha sabido habitar el espacio que se encuentra, desde un papel de arroz, un acero, un basalto o a una playa a mar abierto. Intentando mostrar aquello que no se muestra, desnudar la esencia, la propia y la ajena, gracias a una mirada limpia que se deja calar, inundar, ante a lo que se enfrenta, eliminando lo superfluo, desgranando la sustancia en busca de pureza, de lo eterno.
Con una amplísima obra a sus espaldas, en su recorrido nacional e internacional, reconocido y premiado, nunca ha dejado de seguir mirando, de forma limpia, cara a cara, lo cercano y lo profundo, lo sonoro y el silencio. Sabedor que todo es «proceso», un puente por recorrer, una nueva ilusión que avanza hasta el último aliento, y así nos invita a acercarnos a su obra, a compartir este recorrido profundo y sincero.
Ignacio Mínguez
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